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También lo hemos escuchado: “¡Los BCAA son todo lo que necesitas para la recuperación muscular!” Desafortunadamente, ese sentimiento es para aquellos que predican investigaciones antiguas o empresas de nutrición deportiva que se aferran a productos viejos y temen el cambio.

Vamos a desglosarlo con una analogía: los BCAA actúan como el “interruptor de luz” para el crecimiento muscular, principalmente debido al aminoácido muy anabólico: la leucina. Consume BCAA y activa el interruptor y todo está bien, ¿no? Lo siento, pero necesitas una corriente eléctrica para completar el “circuito”.

Los EAA son la pieza que te falta: la “corriente eléctrica”. La verdad es que necesitas todos los aminoácidos esenciales presentes para desarrollar adecuadamente el tejido muscular y recuperarte de la mejor manera. Cuando se combinan, los BCAA y los EAA funcionan sinérgicamente al proporcionar tanto la “corriente eléctrica” como el “interruptor” para el crecimiento muscular. Sabemos que estás aquí para desarrollar músculo (¿por qué otra razón estarías leyendo esto?) y pregúntale a cualquier profesional del sector y todos te dirán lo importante que es la recuperación muscular.

Cuanto mejor te recuperes y más a menudo puedas entrenar al máximo, mejores serán tus resultados. El consumo de BCAA y EAA durante y después del entrenamiento es el mejor protocolo para quienes buscan inhibir la degradación de proteínas musculares y estimular la síntesis de proteínas musculares. En investigaciones científicas, se ha demostrado que el consumo tanto de BCAA como de EAA es superior para aumentar la síntesis de proteínas que la suplementación con BCAA por sí sola.

Cuando la síntesis de proteínas musculares es consistentemente mayor que la degradación de proteínas es cuando las cosas realmente empiezan a funcionar. La mejora en la recuperación conduce a más masa magra, más fuerza y, finalmente, a un mejor físico.